Pasos para realizar una rutina de belleza facial y cuidar cutis, barba y bigote

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¿Realizas algún tipo de ritual de belleza en tu piel facial? ¿Sabes que hay que limpiar, exfoliar, tonificar e hidratar con frecuencia la piel de la cara?

Como hombre, seguro que has escuchado más de una vez “Un poco de agua y jabón y listo”, pero esto no es así y, aunque lo hagas todos los días, tu piel es muy probable que nunca esté ni limpia ni sana. La piel facial, a diferencia de la del resto del cuerpo, requiere de cuidados y mimos específicos (y en mayor profundidad que en otras partes del cuerpo) para conservar su luminosidad y suavidad. 

Una rutina de cuidado facial te va a aportar una serie de beneficios que queremos explicarte a fondo en esta completa rutina de belleza masculina.

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Por qué es importante llevar una rutina de belleza facial diaria

Aunque laves a diario la piel de tu rostro, siempre aparecen impurezas que poco a poco van obstruyendo los poros haciendo que tu piel no brille como debería. Sabiendo esto, por muchos productos para el cuidado de la piel facial que utilices como cremas o geles limpiadores, estos no harán el efecto correcto al no penetrar correctamente en tu piel. Además, la propia grasa que genera tu piel va obstruyendo los poros impidiendo que esta respire correctamente.

El afeitado también es una rutina de belleza importante en la higiene diaria de cualquier hombre y, con más motivo, el llevar una rutina de cuidado facial te ayudará a que el resultado del afeitado sea mucho más duradero y tu piel esté siempre perfecta. De hecho, si sigues nuestro consejos, notarás que tu piel está mucho más suave, lo que ocasiona que el afeitado sea mucho más apurado. Además, existen otros beneficios:

• Con la limpieza facial hidratas, eliminas toxinas, reduces el acné (menos poros obstruidos) y relajas y mejoras la circulación de la cara, ganando en tersura y elasticidad.

• Mantener una rutina de belleza es importante para luchar contra el envejecimiento y con los productos correctos podrás quitar varios años a tu cutis, ya que retrasa la aparición de arrugas.

• Tener un ritual de belleza de la cara ayuda a disminuir la apariencia de cansancio, por lo que vas a lucir mejor y los demás te van a ver con mejor aspecto.

• Una vez terminada la limpieza facial, la piel está preparada para aprovechar al máximo las propiedades de los cosméticos que utilizas a diario.

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Pasos para realizar una rutina de belleza facial y cuidar cutis, barba y bigote

La rutina facial adecuada consiste en llevar a cabo un proceso de limpieza profunda 2 veces al día (una por la mañana y otra por la noche), ya que a lo largo del día tu piel se va contaminando con muchos agentes externos. De hecho, por la noche se incrementa la secreción de grasa y por eso es fundamental limpiar correctamente la piel por la mañana. Además, por la noche es importante retirar aquellas impurezas que se han ido acumulando a lo largo del día.

Existen muchos tratamientos profesionales en centros de estética para la limpieza y cuidado de la piel facial para hombres, y de vez en cuando es bueno que te hagan un tratamiento profesional de la cara.

No obstante, para mantener el resultado de este tipo de tratamientos debes aprender a realizar tu rutina de belleza facial diaria correctamente en casa. Antes de llevar a cabo la rutina facial debes hacer acopio de aquellos accesorios y productos de limpieza e hidratación para tu piel (en función del tipo de piel que tengas) y seguir estos pasos:

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#1 Identifica cuál es tu tipo de piel

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Cada hombre tiene un tipo de piel, ya sea por textura o color. Es por ello, que no todos consiguen los mismos resultados con un determinado tratamiento o producto de belleza (algunas pieles no lo aceptan y lo manifiesten con algún tipo de reacción). Para evitar estas situaciones es crítico que conozcas qué tipo de piel tienes para poder nutrirla e hidratarla con los productos que más se adecuen a ti. Por ello, el primer paso, antes de aplicar o comprar productos cosméticos para hombre, debes conocer los tipos de piel más habituales en hombres:

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        Piel normal: «Normal» es un término de amplio uso para referirse a una piel en buen equilibrio (el término científico para piel con buen equilibrio es el de «eudérmica»).Supone tener una piel sin imperfecciones ni rojeces y que necesita hidratación. Es un tipo de piel que cada vez es menos común, ya que suele haber una tendencia a que las pieles sean secas, grasas o mixtas. Para mantener este tipo de piel y transmitir así una imagen saludable, es conveniente hidratar la piel con cremas y limpiar cada noche con jabón o lociones. Te recomendamos el uso de leches limpiadoras que libren a la piel de impurezas y cremas nutritivas que hidraten en profundidad.

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         Piel seca: ¿Tu piel tiene un aspecto áspero y descamado? La piel seca carece de hidratación y lípidos (grasa) y es más propensa a las arrugas. Como consecuencia, es menos elástica, más tirante y, en muchas ocasiones, tiende a picar. Es susceptible a los factores ambientales externos y suele reaccionar irritándose. Para cuidar la piel seca es conveniente hidratarla con cremas nutritivas de aloe vera o manteca de karité, así como con aceites. Si además utilizas mascarillas para la limpieza de tu cutis también estarás aportando determinadas sustancias que ayudarán a nutrir mejor tu piel. Eso sí, a la hora de limpiar tu piel debes evitar el uso de jabones y utilizar leches o aceites limpiadores. Si utilizas cremas para piel seca, podrás restituir su hidratación y fortalecer las barreras de protección natural de la piel.

 

         Piel sensible: Este tipo de piel es muy sensible a los factores externos como el aire seco, la calefacción, la polución, la luz UV o el estrés. La forma de saber si este es tu tipo de piel es fijandote si, cuando estás frente a estos factores, tu piel se enrojece fácilmente, pierde elasticidad rápidamente, se siente tirante o pica porque ha perdido su equilibrio. De ser asi, necesitas darle cuidados especiales que sean calmantes y que refuercen su barrera protectora para que pueda ser más resistente ante los factores externos. Para tu rutina de limpieza elige productos suaves y sin perfumes y evita las mascarillas o productos que sean exfoliantes (pueden hacer más daño a tu piel). En este caso es muy importante que elijas productos especiales para piel sensible, como una crema hidratante que proteja de los factores externos (también es fundamental para ti utilizar protección solar todos los días así haya o no haya sol).

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         Piel grasa:  Si tienes este tipo de piel tenderás a tener granos, poros y otras imperfecciones. Asimismo, notarás brillo en tu rostro debido a la grasa. Por ello, debes evitar el uso productos muy grasos que incorporen aceites (así como cremas hidratantes demasiado cremosas) y tu aliado para la limpieza diaria de tu piel será el jabón. Aquí las mascarillas y los exfoliantes también te ayudarán a mantener una piel equilibrada y te recomendamos utilizar productos libres de aceites para que no potencien la grasa natural de tu piel, como geles, tónicos astringentes, cremas fluidas y serums.

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          Piel mixta: Como indica su nombre, se trata de un tipo de piel con rasgos de piel seca y de piel grasa. Para saber si este es tu tipo de piel puedes fijarte si la zona de la nariz, la barbilla y la frente (conocido como la zona T) acumulan más grasa, contrastando con otras zonas secas. El cuidado de este tipo de piel es más compleja, ya que hay que evitar el uso de aceites para no potenciar el efecto grasa y el jabón para no obtener mayor sequedad. Lo ideal en estas situaciones es utilizar productos especializados para pieles mixtas.

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De todas maneras, seguro que te ha pasado que, al intentar definir tu tipo de piel, descubres que unos días dirías que es seca, otros mixta (por esos brillos que de repente ves en la zona de la frente) y otros, incluso, grasa o sensible. Identificar tu tipo de piel a veces puede convertirse en una tarea complicada ya que, aunque en buena parte viene predeterminado por tus genes, hay agentes externos como las temperaturas extremas, la contaminación o el cambiar de maquillaje (incluso de tratamiento facial), que pueden tener efectos puntuales sobre la misma. Aunque te recomendamos que vayas al dermatólogo o a la farmacia más cercana, puedes seguir estos pasos para hacerte un idea bastante clara descubrir tu tipo de piel:

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         Lávate la cara a conciencia: Un día que estés en casa y sepas que no vas a salir en unas horas lava tu rostro suavemente con agua y jabón para eliminar las impurezas (aunque no las veas, están ahí).

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         Sécate con la toalla a golpecitos: El siguiente paso es secar suavemente el cutis con una toalla limpia, sin frotar ni restregar o provocarás enrojecimientos puntuales que afecten el resultado.

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          Espera media hora: Una vez que has secado correctamente la cara, espera un mínimo 30 minutos (es el tiempo que necesita tu piel para recuperar su estado natural) sin aplicar ningún producto.

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          Acércate a un espejo en una zona bien iluminada: Ahora toca revisar en detalle tu piel, por lo que elige un sitio bien iluminado y un espejo de pared o de mano donde puedas analizar tu piel (lo ideal sería al lado de una ventana a primera hora de la mañana cuando el sol aún no está muy bajo para evitar destellos).

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          Te recomendamos que vayas al dermatólogo o a la farmacia más cercana para que te hagan un test de tu piel y que te digan exactamente el tipo de piel que tienes.

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¿Ya has realizado todos los pasos? ¡Perfecto! Ya estás listo para identificar las características de los diferentes tipos de piel que hay sobre tu rostro (recuerda que es un paso crítico antes de elegir y comprar cualquier tipo de crema o cosmético). El siguiente paso es analizar tu piel al detalle y sacar conclusiones ayudándote de pequeños detalles: 

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          Tu piel es seca si se muestra tirante, opaca, áspera y quebradiza. Además, los poros son diminutos presentando incluso descamaciones por el desequilibrio entre la cantidad de agua y la escasa producción de lípidos (causa fundamental de la sequedad en la piel).

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          Tu piel es grasa si tiene brillo y un tacto aceitoso, poros dilatados, granitos y/o puntos negros. Además, especialmente en las aletas de la nariz, observarás una textura resbaladiza o áspera.

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          Tu piel es sensible si presenta rojeces, irritaciones, tirantez o picor. Además, puede haber factores externos que lo agrave como problemas psicológicos como el estrés y las emociones, una disminución de la hidratación epidérmica y enfermedades cutáneas como la dermatitis atópica, acné, psoriasis, rosácea, dermatitis seborreica y vitíligo.

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          Tu piel es normal si tiene los poros pequeños y cerrados, sin imperfecciones (es una piel hidratada con un equilibrio adecuado entre grasa y agua). Desafortunadamente suponen una minoría pero si eres uno de esas afortunados, recuerda cuidarla como se merece para evitar posibles futuros desequilibrios.

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           Tu piel es mixta si presenta zonas de piel seca y grasa, especialmente si esta última se concentra en la frente, nariz y barbilla (zona T). Además, esta zona suele presentar poros dilatados mientras en las mejillas la piel tiene tendencia a mostrarse seca y sensible, incluso pudiendo aparecer rojeces (es el tipo de piel más común).

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#2 Prepara las herramientas de trabajo

Una vez que tienes claro cual es tu tipo de piel, es momento de preparar las herramientas necesarias para poder realizar la rutina de belleza. Aunque hay diversas maneras de hacerlo (depende de que vayas a hacer un tratamiento del cutis y que vayas a incluir el afeitado o el cuidado de la barba y el bigote), nuestro consejo es que te hagas con estos accesorios para cuidar:

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#3 Escoge un buen producto para lavarte bien las manos y la cara

Antes de comenzar con la limpieza facial lávate las manos muy bien con agua y jabón, piensa en todo lo que puedes haber tocado a lo largo del día. Sécalas bien y lávate bien la cara con jabón. Y decimos jabón porque la piel acumula impurezas y grasa, por lo que será el encargado de eliminar esa grasa que el simple agua no elimina. El producto que utilices como jabón para el rostro será un jabón específico para la cara y, sobre todo, para tu tipo de piel.

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Evita lavarte la cara con jabón ordinario, ya que puede causar alergias y resecar la piel. Los jabones comunes son más agresivos para la piel facial, que es más sensible, y también pueden causar puntos negros y espinillas. Entonces, ¿Qué jabón utilizas? 

Para el rostro podrás comprar un limpiador específico, que respete la barrera de protección natural de la pie, el film hidrolípidico. Ten cuidado, ya que un jabón demasiado ácido, destrozará la protección natural y dejará tu piel excesivamente seca y deshidratada.

La piel tiene memoria y se acordará de todos esos días y noches en los que no la has limpiado en profundidad de ahí que sea importante adoptar una rutina diaria de limpieza hará que retiremos de la piel las células muertas y le devolvamos la vitalidad, librándola de impurezas y logrando prevenir su envejecimiento prematuro.

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#4 Exfolia el rostro de forma correcta

Una vez bien lavada las manos y la cara, debes comenzar la exfoliación. Este es quizás el paso más importante de la limpieza de belleza facial. Es el paso por el que realmente te deshaces de las células muertas y de los indeseables puntos negros. Al igual que una buena limpieza de piel con agua y jabón es recomendable que la realices todos los días, la exfoliación la tendrás que realizar, como mucho, 1 vez a la semana.

Este proceso, además de limpiar los poros profundamente hace que toda la capa de piel exterior sea renovada. Eliminas células muertas, quitas impurezas y das uniformidad al rostro. Además si tienes alguna mancha en la piel va genial. El también llamado peeling también es muy bueno para las marcas de acné.

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Aunque este proceso de puede realizar con las manos, hoy en día existen dispositivos de higiene facial para hombres que ofrecen unos resultados únicos combinándolos con los productos de limpieza e hidratación que tu piel necesita. 

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Nuestro cepillo ultrasónico facial y de limpieza facial para el hombre.  El sistema de pulsaciones Selene 2 para Hombre ofrece una limpieza profunda y prepara tu piel para obtener un afeitado más apurado y suave.

Se trata de un avanzado cepillo exfoliante facial que realmente satisface las necesidades de la piel masculina, ya que elimina con eficacia las impurezas y revitaliza la piel para una apariencia más juvenil, fresca y limpia. La superficie del cepillo limpiador facial Selene 2 ha sido especialmente diseñada para refrescar y limpiar la piel más gruesa y grasa del hombre. Cuenta con filamentos de silicona más gruesos para canalizar más directamente las pulsaciones sobre el rostro.

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#5 Afeita o recorta la barba y las patillas

Depende qué tipo de barba que quieras, pero antes de darle forma y estilo, debes dejarla crecer. Los primeros 5 o 6 días sin afeitarte son hasta placenteros: te sentirás liberado y salvaje. Pero a la semana empezará a picar y la gente a la que saludes con un beso en la mejilla se quejará de que picas. 

La barba, por muy larga que sea, no se cuida sola. En las primeras etapas de tu aventura vello facial, tienes que poner límites y rasurar el vello que se ve mal. Esto implica definir la línea del cuello (es una curva suave desde la mandíbula hasta la manzana de Adán) y definir la línea bajo los pómulos.

Este recorte debes hacerlo por lo menos 2 veces a la semana, con cuchilla, máquina de afeitar eléctrica, recortadora eléctrica o afeitadora corporal, tan al ras como puedas. 

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#6 Aclara muy bien la cara con agua abundante

¡Ya tienes la cara limpia y libre de impurezas! A continuación aclara muy bien toda la cara con agua hasta retirar cualquier resto del limpiador facial y sécala suavemente con una toalla limpia (si lo haces con una toalla sucia o húmeda estarás dando pasos atrás). Este paso es de vital importancia, ya que, si no está bien seca, los productos que vas a aplicar en los siguientes pasos no harán bien su trabajo.

#7 Aplica un tónico facial adecuado para tu tipo de piel

El tónico facial es uno de los productos clásicos de la «artillería» de cuidado facial, y, sin embargo, no siempre lo incluimos en nuestra rutina. Hablamos del tónico facial, que formaría parte del segundo paso de los cuidados faciales, tras la limpieza y antes de la hidratación. Sin embargo este paso es habitual saltárselo, quizás al no tener del todo claros su función y sus beneficios.

Aplicar un tónico facial adecuado para tu tipo de piel te ayudará a restablecer el PH de tu piel además de refrescarla previamente a la hidratación. Déjalo actuar durante unos 5 minutos. Para que no tengas que estar buscando tónicos para hombre.

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#8 Hidrata correctamente tu cutis

Después de limpiar y exfoliar tu piel, entran en juego las cremas hidratantes. Cuando tienes la cara libre de impurezas tienes la base ideal para afeitarte/aplicar tu aceite de barba o usar cualquier tratamiento pero antes necesitas devolverle a la piel la hidratación que le falta para que no pierda elasticidad y un poquito de crema hidratante hace maravillas. Hay cremas ligeras para por el día, cremas mas espesas para la noche, aceites y serums faciales. Hay mucho para elegir pero la idea básica es nutrir la piel y atrapar algo de humedad dentro para que este siempre hidratada.

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#9 Aplica una crema en el contorno de los ojos

Es un paso que resulta fácil de olvidar pero no debes saltártelo. Aplica la crema para el contorno de ojos en los párpados y en la sien con movimientos circulares y realizando ligeras presiones. Es imprescindible para esas zonas donde la piel es más delicada y más susceptible a sufrir los signos tempranos del envejecimiento.

El contorno de ojos es una de las zonas de tu cuerpo que más te debería preocupar, seguramente porque es una de las zonas donde más se notan los signos de envejecimiento, porque es donde te miran otras personas cuando te comunicas y donde se observan tus emociones, el cansancio, la preocupación, la falta de horas de sueño, el estrés y un largo etc, por lo que, con el ritmo de vida actual, hace que sea el “talón de aquiles” del envejecimiento cutáneo.

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#10 Aplica un masaje antiedad a la cara y elimina arrugas

¿Y estas arrugas? Esto no estaba aquí antes ¡Uff, nos hacemos mayores! Frases como estas las hemos dicho o nos han venido a la mente a todos en algún momento y es que el tiempo no perdona a nadie y la piel es el reflejo de ese paso del tiempo que tu mismo ves.

Hace varios años las cremas antiedad se consideraban de uso exclusivo para la mujer, pero el hombre del siglo XXI se ha dado cuenta que cuidar su piel implica numerosas ventajas en su vida. Y hoy en día, se han vuelto tremendamente populares. Tanto es así, que prácticamente todas las compañías de cosméticos tienen una línea dedicada al cuidado de la piel masculina.

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Esta guia es parte de un reportaje de la tienda MensandBeauty